miércoles, 14 de abril de 2010

Supongo...

... que a nadie le gusta sentarse y sentir como sus ojos comienzan a llorar sin consuelo, supongo que más de una vez puedes desilusionarte suponiendo que más de un vez volviste a dar una oportunidad.
Para sentirse triste la receta es sencilla, es necesario alguien completamente ingenuo y alguien estúpidamente soberbio, entonces cuando puedas hacer de ellos una mezcla, los sitúas en torno a tu vida, esperas sólo unos años a que "reposen" y ... ¡verás el resultado!.
Entonces... si suponemos que todo salió bien, obtendremos lo esperado, sino... podrás lamentarte "gustosamente" de haberte entusiasmado con la idea de crear algo especial.
Hay muchas suposiciones más por hacer, mientras tanto alguien como yo puede deleitarse con lo que pudo o no haber "preparado" sin la más mínima intención y que ahora le corresponde soportar!

lunes, 5 de abril de 2010

Algo... como si faltaras!

Entre tanto pensamiento vacío... comenzé a imaginar qué sería del corazón de algun ángel que llegara a enamorarse de un ser especial, algo aun más extraño o tal vez más misterioso que sí mismo... algo así como un vampiro, si! por qué no? no suena tan ridículo. Pues bien... un corazón inocente entonces, medio lleno de energías y medio vacío de ilusiones, algo que sin duda aquel vampiro podría solucionar, alguna vez debí haberlo escuchado "esa astucia propia de un villano, pero característica de alguien con buenas intenciones", poco entiendo!, sólo se que dentro de mi mente había una referencia. Bien, entonces si ese ángel se complementa con un vampiro... ¡que mezcla más curiosa harían!, algo así como los elementos extraños que añorabamos mezclar gracias a explicaciones científicas escuchadas de la boca de algun semi-experto y que nos hacía pensar en reacciones completamente fantásticas, claro! un pareja singular, algo único, es decir dos seres aspirando a ser uno solo, reuniendo sus mejores virtudes para construir algo "perfecto".
Pero, si se llegasen a faltar... ¿qué sucede con cada uno de ellos?; me resulta más fácil retratar la amargura de aquel ángel, es que puedo sentirme como él ¡está bien! no estoy en esta historia ficticia, porque lo es, es fictitica... debe quedar claro. Entonces el ángel podría llorar noche a noche, como si con el llanto pudiese formar un río para conducirlo a su querido vampiro... entonces podría rogarle al cielo que lo trajera hacía él para salvarle de la soledad, porque sin su complemento se sentiría vacío, con ganas de dormir sólo para al día siguiente escuchar la voz más perfecta, con ganas de morir para volver al cielo y desde ahí observar a su amado. ¡Comprendo!, no sería nada... algo sin motivación, con nada más que pretextos para vivir ¡lo olvidaba! su vida sería él, aquel vampiro magnífico, el que le roba el aliento, el que le llena el corazón de alegrías, el que puede hacer que sus lagrimas contínuas se transformen en suspiros para crear el cuadro mágico de su amor.
¡Que le cieguen, que le callen! nada debe hacer hasta volver a verle. No hace falta tener sentidos si no es para compartirlos con aquel a quien amas.

sábado, 3 de abril de 2010

Entonces...



diré que aun puedo seguir luchando... que gracias a esas fuerzas, puedo seguir sonriendo... que no hay respuestas para un "por qué?" inútil... sólo haré lo que haya que hacer y el resultado se ha de ver!