
Sabes descubrir mis mentiras, no puedo engañarte, no a ti que eres parte de cada miembro en mi. Fuera de aquí no encontraremos más que ficción, buenas actuaciones, planeadas fríamente y destinadas a un público sensible como nosotros. No pretendo ser parte de eso, tampoco quiero llevarte hasta ahí. Te amo!, me basta con decirlo cada noche antes de cerrar mis ojos, mi corazón palpita y me deja sin aliento cada frase cálida que sale de mis labios. Sería mejor enfrentar los miedos y ser directa aunque sea por cortos segundos, pero soy cobarde, admito mi cobardía como si fuera un pecado, y es que en estas situaciones llega a serlo, uno peligrosos dentro de este juego de a dos. Lamento ser asó, necesito más de un impulso para decirlo todo, prefiero callar, guardar palabras para no oír otras dañadas. Es necesario ver hasta dónde puedo llegar con todo, permíteme seguir así, es mi tortura y la acepto dignamente, sólo para comprobar cuánto resisten mis labios sin echarlo todo a perder. Quiero que seas mi veneno hacia el dolor y mi medicina hacia la cura. Tú conduces mi vida a tu manera, y aun me queda valor para no dejar que influyan en mis acciones, tus ojos lagrimeantes, tu boca húmeda y palabras sutiles. Es momento de vaciar los recueros dentro de espacios monótonos para ser absorbidos con locura y olvido. Perdón por cada palabra inútilmente articulada, por cada gesto falsamente realizado, por cartas y dibujos sin motivos seguros. Perdón.. se que sabrás perdonarme.. la ilusión será mi absolución.
0 comentarios:
Publicar un comentario